Cascada de Heidenbad

Cascada de Heidenbad

Con la excusa de aprovechar los últimos coletazos del verano, mi socio y yo decidimos pasar un día en plena naturaleza. Nunca es tarde para sacar la cabrilla montesa que llevo dentro. La cascada de Heidenbad es el plan perfecto: apto para visitarlo familia,  sencilla, rápida y perfectamente balizada. Y bonita, que no se me olvide. 

¡Empezamos!

Ubicación: 68820 Wildenstein

Visita libre y gratuita.

Aparcamiento gratuito.

El sendero es fácil, apto para visitar en familia. El recorrido tiene escaleras, no está preparado para sillas de ruedas o sillitas de bebé.

La duración aproximada de la caminata es de 1 hora.

La cascada está a 750 metros al norte del municipio de Wildenstein (181 habitantes). A 4 km del Lago de Kruth, a 45 km de Mulhouse y 55,3 de Colmar. 

 

¡En marcha!

La jornada empieza de fábula: tiempo agradable, soleado y NO nos hemos perdido. A decir verdad, solo nos pasamos la entrada del parking… pero tuvo fácil remedio. El parking no es demasiado grande pero tampoco estamos hablando de un lugar muy masificado y conocido. Eso sí, ni una sombra. 

Al traer algunos apuntes desde casa (léase chuleta), sabía que el camino estaba señalizado y que, incluso, encontraríamos trece postes de madera con información y curiosidades del lugar. Punto positivo si sabéis francés .

El comienzo de la ruta es identificable por dos estanques de pesca, los cuales quedan a nuestra izquierda. El sendero que nos llevará hacia la cascada está señalizado con un cartel de madera (giro a la izquierda). Por cierto, esta ruta NO es circular.

Nos adentramos en el caminillo de arena y no tardo en decir mi icónica frase cuando estoy en medio de la naturaleza: ¡Qué bien huele!.

Estas fuentes me llamaron mucho la atención. Como buena aventurera, tenía que comprobar que el agua es agua y, como ya imaginaba, estaba helada. Evidentemente, esto no me importó demasiado porque el día invitaba a refrescarse [No habíamos andando ni 10 minutos].

A lo largo del camino, nuestros ojos observarán árboles bien frondosos: primero hayas y abetos, luego alisos y fresnos. Se agradecen las sombras.

Esta primera parte del camino se acaba: fin a la zona accesible para personas con movilidad reducida. Ahora nos topamos con un tramo de escalones de madera. ¡A bajar se ha dicho! 

El río Thur tiene su origen al pie de la montaña Rainkopf, a 1200 m de altitud. Discurre por el valle con una pendiente del 16% hasta la cascada de Heidenbad. En este punto, cae 24 metros en el vacío.

Heidenbad podría traducirse como «baño de las gentes». Toma su nombre de las marmitas o cuencas poco profundas situadas en la parte superior de la cascada. 

Las marmitas de origen fluvial son una concavidad casi circular formada en los cauces de los ríos por la acción giratoria de algunos fragmentos de rocas duras cuando son arrastrados por la corriente y caen en algún hueco en el fondo del cauce, por lo que al girar por el movimiento de las aguas va profundizando y redondeando tal concavidad. La dureza de los fragmentos tiene que ser similar o mayor que la de la roca en la que se forma la concavidad, aunque muchas veces se trata de fragmentos de la misma roca [extraxto de Wikipedia].

¿Pensáis que la visita ha llegado a su fin? No, no.

El pasado de la cascada está ligado a la industria textil. Después de cruzar el puente/pasarela sobre el Thur, observaremos los restos de las fábricas (primera mitad del s.XX). A la derecha, a través de los árboles, emerge un edificio antiguo, las chimeneas, y finalmente, una tubería de agua que estaba destinada a alimentar una turbina.

Si continuamos un poco más, llegaremos a la plataforma desde donde podemos ver el nacimiento de la cascada de Heidenbad. Fin. 

Tan solo nos queda volver al punto de partida. Si soy sincera, nosotros no deshicimos lo andando. Atrochamos caminando por la carretera… cosa que no os recomiendo si vais acompañados de niños/as pequeños/as. 

Ahora viene la sorpresa: la cascada estaba un pelín seca. A las pruebas me remito (dale al play).

Aún así, la visita me ha gustado mucho. Es un lugar de fácil acceso, gratuito (ejem Triberg), tranquilo y preparado para disfrutarlo en familia. No lo dije antes pero hay merenderos, por si os entra el gusanillo y lleváis un picnic con vosotros/as.

Mi Puntuación:
4/5

Gracias por acompañarme a través de estas líneas y fotografias. Os espero próximamente en una nueva entrada. Pista: Lago de Kruth-Wildenstein.

 

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