Castillo de Wildenstein

Castillo de Wildenstein

Después de visitar la cascada de Heidenbad, mi socio y la menda nos dirigimos a las proximidades del lago de Kruth para visitar el castillo de Wildenstein. O lo que quedó de él después de la guerra de los Treinta Años.  Malditos suecos y malditas guerras. 

Acompañadme en esta nueva ruta de cabrilla montesa. ¡Comenzamos!

Datos prácticos

Ubicación: Château du Schlossberg, 68820 Kruth (Alto Rhin).

Visita libre.

Aparcamiento gratuito.

El sendero tiene una dificultad media. Zonas abruptas y escarpadas (se aconseja zapato adecuado para la práctica de senderismo). No está acondicionado para personas con movilidad reducida.

Circuito de 1,2 km y 120 metros de desnivel (2 horas aprox.).

Recomendable para niños/as mayores de 5 años.

Desaconsejable en invierno. Con lluvia tampoco lo aconsejo, ya que podría resbalar el suelo.

El castillo de Wildenstein o Schlossberg está a 2,2 km de Kruth, 41,1 km de Mulhouse y 64,7 de Colmar.

La visita de este castillo está bajo su total responsabilidad. Para disfrutar con total libertad y seguridad, se ruega no subir por los muros, arrancar o mover piedras, no aproximarse al vacío y tener vigilados a los más pequeños/as.

BREVE RESUMEN DE SU HISTORIA

El Conde de Ferrette, protector de la Abadía de Murbach, fue autorizado en 1312 para construir en el Monte Wildenstein una enorme isla rocosa granítica en medio del alto valle del Thur y dársela en feudo a los señores de Bollwiller.

Apenas unos años después, en 1377,  ya hablamos de un castillo abandonado y medio en ruinas y así seguirá siendo hasta que la abadía de Murbach adquirió sus derechos en 1536.

Fue reconstruido entre 1552 y 1570. Durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), el castillo fue tomado, primero, por las tropas de Lorena aliadas del emperador de Austria; en 1634, por las tropas francesas y, un año después, lo volvieron a ocupar los de Lorena.

Las tropas suecas (aliadas de los franceses), comandadas por el general Jean-Louis d’Erlach, sitiaron la fortaleza en 1644. Instalaron toda su artillería en la montaña frente a la fortaleza. Las tropas de Lorena, viendo el percal que les esperaba, abandonaron el lugar durante la noche. El bombardeo de cañones suecos destruyó la mayor parte de la fortaleza. Este será desmontado por los habitantes del valle en 1693 con la autorización del abad de Murbach, dueño del lugar. A partir de entonces, el castillo sirvió como cantera de piedra.

Acabamos de visitar la cascada de Heidenbad e, inmediatamente después, ponemos rumbo al parking del lago de Kruth-Wildenstein. Es un parking muy amplio y gratuito. La primera cosa que me llamó la atención fue la ausencia de coches: estábamos a finales de agosto, día caluroso y perfecto para un chapuzón…

Minutos después saldremos de dudas. 

Después de aparcar y dudar si habría ocurrido el apocalipsis sin enterarnos, enfilamos el camino peatonal hasta llegar al lago y al acceso al sendero del castillo (foto abajo). Hay un gran panel que resume la ruta, un mapa e informaciones varias. Este acceso es el mismo que el de la actividad de Parc Arbre Aventure.

El recorrido al completo está balizado por miembros del Club Vosgien y completada con postes o paneles de interpretación. Muy útil si manejáis el francés √.  La señal identificativa del camino es el círculo verde Ο (en la foto de abajo lo podéis ver). Nosotros lo fuimos siguiendo y completamos satisfactoriamente todo el circuito. 

Subimos por el bosque durante media hora a paso lento, realizando fotografías y leyendo los paneles (benditos idiomas). Finalmente llegamos a una escalera que conduce a un túnel excavado en la roca y que constituye la entrada del castillo.

El acceso al castillo es único en Alsacia. Se realiza a través de un túnel de 20 m de largo excavado en el lado norte en la base del espolón de la cumbre. Fue excavado en el siglo XVI por un equipo de 10 mineros que trabajaron allí durante un año. La entrada exterior del túnel está protegida por una barbacana aislada por una zanja excavada en la roca. En el interior, el túnel se abre sobre una plataforma nivelada artificialmente. El muro, parcialmente conservado en el lado este, tiene 3.50 m de alto y 2.20 m de ancho. Al noreste había dos torres flanqueantes.

Este túnel fue, sin duda, lo que más me atraía de visitar el castillo, viendo fotos en Google mientras preparaba la escapada. Estando allí, pude confirmar mis sospechas: es único y espectacular. Ahora vamos entrar en las ruinas del castillo. Los diferentes paneles nos indican cómo era su estructura, dónde se ubicaba cada estancia (capilla, torres, caballerizas,….). Me resultaron muy útiles para hacerme a la idea de cómo estaba todo. A mí, particularmente, me gustan más los castillos en ruinas que los reconstruidos en su totalidad, por lo que lo disfruté mucho. Os dejo con algunas de las fotografías que tomé.

En la fotografía de arriba descubrís el pastel: el lago estaba vacío. Tenía muchas ganas de llevarme esa postal y me fui bastante apenada. Todo sea porque el lago esté bien preparado y mantenido.  

En la foto también podéis observar que el muro no es muy alto y os percataréis del porqué de la advertencia que hice al principio. No os subáis y tened vigilados a los niños/as. 

Antes de dejar el castillo, paraos a admirar las generosas vistas a los Vosgos, al Valle del Thur y el pueblo de Kruth en primer plano. Solo por esta estampa merece la pena la subida, os lo garantizo. 

Ahora toca bajar. El camino es más estrecho que el de subida, un pelín más escarpado bajo mi punto de vista. Algo positivo es que hay posamanos en algunos tramos y ayuda con la bajada. El camino es predecible y tan solo hay que ir siguiendo el círculo verde. Lo dice una que tiene el sentido de la orientación atrofiado y no se perdió ni dudó un segundo ;-).

Por cierto, la ruta la hicimos completamente solos. No nos cruzamos con nadie, si al subir ni al bajar. 

Os dejo con las fotos.

Llegamos abajo y cuál fue mi sorpresa: ¡hay agua en el lago!. Esta parte del lago, justo al lado de la presa, sí tenía agua. Esta presa se construyó en 1954 con el fin de evitar las inundaciones que se venían dando durante el deshielo.

Por si os lo preguntáis, las obras del lago empezaron el 20 de Agosto de 2019 y se espera que finalicen el 30/03/2020. Los trabajos consisten en sellar la máscara del dique, ya que se está agrietando. 

Me dio bastante pena encontrarme así el lago, aunque después se me pasó al ver a los niños/as jugar donde normalmente hay agua. 

Se queda pendiente la elaboración del post de Un día en Kruth y alrededores. El año que viene, cuando todo vuelva a lucir, lo tendréis por aquí.

Gracias por leerme. Recordad que podéis compartir este post y dejar vuestra opinión o inquietudes en comentarios. 

 

¡Hasta la próxima!

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