Ruta de dos días: Sureste de la Selva Negra 🇩🇪 + Cataratas del río Rhin 🇨🇭

Ruta de dos días: Sureste de la Selva Negra 🇩🇪 + Cataratas del río Rhin 🇨🇭

¡Qué nervios! ¡Qué poco queda para la vuelta a la normalidad! Para ir abriendo boca y aportar ideas, me he animado a compartir la ruta de dos días que hice en la era pre-pandémica en la zona sureste de la Selva Negra y a las Cataratas del río Rhin, una zona bastante frecuentada por los viajeros.

¿Me acompañáis?

Datos prácticos

La ruta la hicimos en vehículo particular.

El resumen, a grosso modo, fue: Basilea – St Blasien – Titisee – Waldshut-Tiengen – Cataratas del Rhin – Basilea

Kilómetros totales aproximados: 300 km.

Pernoctamos en un hotel de Waldshut-Tiengen.

Recuerdo que, para circular por las autopistas suizas, hace falta tener la viñeta.

Esta ruta de dos días puede ser ampliada a otras zonas de Alemania o Suiza; No hay porqué quedarse ahí. Con este post simplemente quiero aportar sugerencias e ideas.

Inicio de la ruta: Basilea - St Blasien

Nuestro punto de partida de la ruta es Basilea, dado que vivimos muy cerca y nos acompañarán unos amigos que viven en la capital suiza, Berna. Salimos pronto para aprovechar al máximo las horas de luz… todavía no se ha realizado el cambio de hora y anochece pronto.

Esta ruta la hicimos en el mes de marzo y… se nota, se nota. Hace frío fuera y, conforme nos adentramos en las carreteras de la Selva Negra, vemos que hay bastante nieve. Incluso en algún punto de aquellas montañas, nos empezó a nevar de manera copiosa. Menos mal que los coches por estos lares están bien preparados con las famosas ruedas de invierno. Exacto, esas mismas que yo os recomiendo a quienes venís en época invernal, mucho más seguras que las normales en temporada de frío. Hice alguna foto desde el coche pero la calidad no es muy buena.

Una hora y cuarto después, llegamos a nuestra primera parada del día: St Blasien. En este pueblo hemos quedado con otros amigos, quienes nos guiarán por esta zona aún desconocida para nosotros/as.

St Blasien y su catedral

No me equivoco cuando afirmo que el punto principal y por el cual St Blasien atrae a los turistas es su catedral, llamada de St. Blasius o Catedral de la Selva Negra. Para allá que vamos nosotros.

La antigua iglesia abacial del monasterio tiene una altura total de 62 metros y fue inaugurada en 1783 tras la reconstrucción llevada a cabo después del gran incendio que destruyó la iglesia medieval en 1768. La catedral fue reconstruida en estilo trenzado (Zopfstil), transición entre el rococó y el clasicismo. El interior de la catedral está dominado por el color blanco. Las columnas interiores, la cúpula interior, el suelo y los asientos lacados en blanco de la catedral contribuyen a la brillante imagen general. 

En el momento de su construcción fue la tercera iglesia con la cúpula más grande de Europa, después de la Basílica de San Pedro (Roma) y Los Inválidos (París).

Creo, sinceramente, que las fotos que hice no le hacen justicia. La catedral es magnífica y sorprende nada más entrar, sobre todo si no habías visto fotografías, como era nuestro caso.

La entrada a la Catedral es libre y gratuita.

Se puede consultar el horario de apertura aquí: https://www.dom-st-blasien.de/

Por supuesto, ya que estábamos a Sankt Blasien había que dar una vuelta por los alrededores. Aún quedaba un rato para comer y había que matar el tiempo. 

El pueblo me pareció bastante bonico, muy típico de la Selva Negra, rodeado de montañas, casas muy cuquis y el típico río que lo atraviesa. La verdad es que no nos preocupamos en buscar qué había para visitar, de modo que nos limitamos a pasear cerca de la Catedral y listo. Ahí van algunas fotos que tomé.

Comida y rumbo a Titisee

El hambre apretaba y nos apresuramos a buscar un restaurante para comer. El elegido fue Bergblick, en Bernau im Schwarzwald. Tiene el típico encanto de restaurante 100% alemán y donde es posible degustar los platos típicos de la gastronomía germana. Como entrante pedí una crema de patata con salmón (adjunto fotografía debajo) y, aún todavía, recuerdo lo rica que estaba y lo bien que me sentó el tomar algo calentito. Quiero volver solo y exclusivamente para volver a comerla. Así soy yo. 

Por supuesto no faltó la buena cerveza para los no conductores.

Os recomiendo este sitio, tanto por el enclave como por la calidad-precio de la comida. Os dejo el enlace del restaurante aquí: https://m.bergblick-bernau.de/de/restaurant/

Con la panza bien llena, nos ponemos en marcha y llegamos a nuestra segunda parada del día, Titisee. Las tres misiones estaban claras:

→ Ver el lago desde el pueblo.

→ Visitar la tienda de los relojes de cuco.

→ Comer tarta de la Selva Negra.

¿Lo conseguiremos? Vayamos por partes, como dijo aquel. 

Ver el lago no es muy complicado, ya que abarca una superficie bastante grande. Después de las fotos de rigor, vamos en busca de los relojes de cuco.

Curiosidad

En el dialecto alemánico , Teti significa niño o niño pequeño. Un Tetisee o Titisee sería entonces un lago del que, según la leyenda local, proceden los niños pequeños. Los niños alemanes no vienen de París ni de la cigüeña, sino del lago Titisee.

¡Me encantan las tiendas de los relojes de cuco! Guardan la esencia y la tradición de la Selva Negra. La tienda que visitamos es una franquicia que se extiende por varios pueblos de la región: Brunner Welt der 1000 Uhren. Lo más especial que tiene esta boutique, además de los ya mencionados relojes de cuco que llenan la primera planta de la tienda, son los objetos decorativos de Navidad de la segunda planta. ¡Están ahí todo el año! Obviamente, estas tiendas son para mirar… los precios de los relojes de cuco son bastante desorbitados. Misión 2 completada √ 

Vamos a por la tercera.

La tarta de la Selva Negra o Schwarzwäldertorte es el dulce más típico de la región. Su fama va más allá de estas fronteras, incluida España o Francia, siendo bastante fácil comprarla en algunas pastelerías alsacianas. Está compuesta por bizcocho genovés de chocolate impregnado en almíbar con Kirsch, relleno y recubierto de nata y cerezas maceradas en kirsch o guindas y decorado con virutas de chocolate y cerezas. El sabor es bastante especial y, según mi punto de vista, gusta más o menos dependiendo de la cantidad de licor que le hayan añadido a la tarta. Es bastante sencillo encontrar cafeterías o bares en Titisee que sirvan la tarta, por lo que la tercera y última misión se completó con éxito.

Fin del día 1

Con buen sabor de boca, nunca mejor dicho, nos marchamos hacia Waldshut-Tiengen, la ciudad de residencia de unos amigos/as y donde teníamos reservada la noche de hotel. 

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Día 2 de ruta: Waldshut-Tiengen

Nuestro paso por Waldshut-Tiengen fue, prácticamente, testimonial. Dimos una pequeña vuelta por la mañana y, sin duda, lo más bonito para ver es Kaiserstrasse, la calle peatonal principal, con dos de las puertas/torres de la antigua fortificación: Schaffhauser Tor y Basler Tor.

Siendo sincera, no emplearía mucho tiempo en ver Waldshut… es más, simplemente lo utilizaría para pernoctar, tomar un refrigerio o hacer un pequeño alto en el camino. 

Cataratas del Río Rhin

Llegaba el momento de vivir la excursión top de esta ruta de dos días: las cataratas del Rhin. Como viene siendo costumbre en este viaje, yo no he preparado ni organizado nada, por lo que me dejo llevar y me limito a fotografiar y disfrutar con los amigos/as. 

Estas cataratas son célebres, entre otras cosas, por ser el mayor salto de agua en la Europa central. Este supuesto récord se lo disputan otras dos cataratas europeas: Sarpsfossen en Noruega y Dettifoss en Islandia. Tienen 150 metros de anchura y 23 m de altura. Como curiosidad, los únicos peces que pueden remontar las cataratas son las anguilas, capaces de avanzar serpenteando a lo largo de las rocas.

En nuestro caso, optamos por una visita express y sin coste alguno (más allá de la gasolina, parking y refrigerio). A vuestra disposición tenéis varios circuitos y excursiones en barco, así como la posibilidad de subir a la roca/mirador que hay cerca del salto de agua. El castillo de Laufen, por cierto, es un restaurante actualmente y carete.

Os dejo aquí el enlace de las atracciones disponibles: https://rheinfall.ch/en/attractions/attractions/attractions.html

Desde Waldshut-Tiengen y en coche, empleamos unos 40 minutos en llegar y la visita duró una hora escasa. Es un circuito corto y no se emplea mucho tiempo… Ahora bien, si queréis tomar el barco o hacer otra actividad, contad con más tiempo. Si yo hubiera organizado el viaje, estoy segura de que hubiera hecho una excursión a dos de los pueblos más bonitos de la zona: Schaffhausen y Stein am Rhein. Anotadlos porque podrían ajustarse a vuestra ruta.

En mi opinión, me las esperaba mucho más impresionantes. No me causaron gran sensación ni admiración al tenerlas delante. Y esa perspectiva no ha cambiado a lo largo de estos años. Se que, durante el verano, lleva casi el doble de caudal… pero el nombre de «cataratas» le viene un poco grande a este salto de agua del río Rhin.

Hasta aquí llegó nuestra ruta de dos días. Después de las Cataratas pusimos rumbo a Waldshut, donde nos esperaba una riquísima raclette preparada por nuestros amigos y anfitriones. ¡Espectacularmente buena! Degustar una raclette en tierras suizas es un planazo que os recomiendo a todos/as. Y si una raclette no puede ser, una fondue también está fenomenal. Me temo que me está entrando hambre…

Pongo punto y final a esta aventurilla, no sin antes daros las gracias por la lectura y la visita a descubriendoalsacia.com. ¡Nos vemos en la próxima!

Las fotografías de este post están tomadas con una cámara Canon PowerShot SX710 HS y editadas ligeramente con Adobe Lightroom.

 

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