Considerada la segunda iglesia más grande del Bajo Rhin (¿Adivináis quien tiene el TOP 1?) y de estilo gótico tardío, la Iglesia de los Jesuitas es otro de los puntos importantes y recomendables de Molsheim.
Fue consagrada en el año 1618, tan solo dos años después de ser ideada por el Archiduque Leopoldo de Austria para mostrar que el catolicismo era poderoso contra la protestante Estrasburgo . Tuvo un coste de 140.000 florines de la época.
Lo más reseñable del exterior de esta iglesia es, por un lado, el diseño del techo de una sola pieza y, por otro, el realce de los contrafuertes y los frontones del crucero. Tiene dos campanarios, uno destinado a dar la hora y, el otro, a informar a la población de los servicios religiosos y misas.
En el interior, la luz, símbolo de la Palabra divina para los jesuitas, inunda el edificio a través de las tres hileras de ventanas puntiagudas adornadas con cives. Incluye un altar que data de 1865, un órgano Silbermann construido en 1781, dos capillas internas en una de las cuales se encuentra la estatua yacente de Jean de Dirpheim. Desde 1791, la Iglesia de los Jesuitas se ha convertido en una iglesia parroquial con el nombre de Eglise Saint Georges.
No dispongo de fotografías de su interior porque estaba cerrada, desafortunadamente. Otro motivo más para volver a Molsheim.